Tanto la ventosa para el pecho como la ventosa íntima están fabricadas según la patente de Fröhle, por lo que están aprobadas incluso para uso médico.
Con diferentes bombas, por ejemplo una bomba de mango de tijera, se puede crear una presión negativa que estimula el flujo sanguíneo bajo la ventosa y garantiza así una mayor sensación de placer.
La ventosa íntima es especialmente popular porque los labios, así bombeados y con un buen riego sanguíneo, son considerados especialmente atractivos por los hombres y reaccionan de forma extremadamente sensible al tacto.